Donald Trump podría tener un juicio político
Washington.
La resolución recién aprobada por la Cámara de Representantes formaliza el proceso que la mayoría demócrata en el hemiciclo había desarrollado a puerta cerrada y bajo sus propias reglas desde septiembre. Con la finalidad de someter a un juicio político al presidente estadounidense, Donald Trump, para determinar si abusó de su poder con propósitos electorales en sus contactos con Ucrania.
A partir de ahora, los interrogatorios a testigos podrán ser públicos y emitirse en directo por televisión, y podrán publicarse las transcripciones de los testimonios que se hicieron en privado.
Los abogados de Trump podrán participar en las audiencias en el Comité Judicial y los republicanos podrán convocar a sus propios testigos, aunque antes deberán obtener el permiso de una mayoría en ese panel y el de Inteligencia, controlados por demócratas.
La Casa Blanca y los republicanos consideran esas reglas una «farsa», por lo que podrían tratar de entorpecer el proceso. Mientras, el Comité de Inteligencia deberá elaborar un informe para que el Judicial decida si redacta artículos para un juicio político.
Si eso ocurre, se necesitaría una mayoría simple de la Cámara de Representantes para iniciar el proceso de destitución, que se celebraría en el Senado, de estrecha mayoría republicana.
Hace dos semanas, tanto demócratas como republicanos confiaban en concluir su investigación en la Cámara Baja para la festividad de Acción de Gracias, el 28 de noviembre.
El líder de la mayoría republicana en el Senado de Estados Unidos, Mitch McConnell, calculaba que eso le permitiría iniciar inmediatamente el juicio político y concluirlo antes de Navidad.
Pero el número creciente de testigos que están accediendo a comparecer ha complicado el panorama y ahora los demócratas creen que su pesquisa se alargará hasta después de Acción de Gracias, lo que podría provocar que el juicio político se celebre en enero o más tarde, según el diario The Washington Post.
La presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi, insiste públicamente en que el calendario dependerá de lo que se descubra en la investigación y ha evitado marcar fechas límite.